Si hay un plato que gusta a todo el mundo, junto con la tortilla de patata, son las croquetas.
Es difícil encontrar una buena fórmula para que la masa quede cremosa al degustarlas, pero firme al formarlas. Después de mucho tiempo en busca de la receta perfecta, y a base de jugar con las proporciones, al final creo haber conseguido las que, al menos para nosotros, son las croquetas que andábamos buscando.
Esta vez las hice de jamón, pero podéis poner el ingrediente que más os guste respetando la cantidad. ¡Con restos de pollo asado quedan deliciosas!
Hoy las comparto con vosotros, y me encantará que las probéis y me dejéis vuestro veredicto en comentarios.
Os dejo la versión con mi Robot de cocina Cecomix y la tradicional.
Ponemos los tquitos de jamón en el vaso y los picamos con golpes de 2 segundos de Turbo, hasta dejarlos con la textura que más os guste. Reservamos.
Sin lavar el vaso ponemos la cebolla y la trituramos 5 segundos V5 (tiene que quedar muy picadita).
Añadimos el aceite y la mantequilla en trocitos y programamos 4 minutos, 100º V2.
Incorporamos la harina y programamos 4 minutos, 100º V2.
Agregamos la leche, la sal, y la nuez moscada y la pìmienta si hemos optado por ponerlas, y mezclamos 10 segundos a V5.
Añadimos la mitad del jamón que teníamos reservado y programamos 7 minutos, 120º V2
Pasamos la masa a un recipiente plano y mezclamos el resto del jamón. Llevamos a la nevera para que enfríe.
Para freirlas vamos cogiendo pequeñas porciones de la masa, les damos forma (veréis que es una masa muy manejable por la cantidad de mantequilla que lleva) y las pasamos por huevo batido y pan rallado.
Las freimos en tandas de cinco o seis en abundante aceite caliente, dándoles vuleta con cuidao para que queden con un dorado uniforme.
Elaboración tradicional:
Picamos finito el jamón, el pollo o el ingrediente que hayamos elegido.
En una cazuela o sartén honda antiadherente ponemos la mantequilla, el aceite y la cebolla y rehogamos a fuego medio hasta que se ponga transparente.
Añadimos la harina y removemos hasta que esté tostada.
Ahora la mitad del jamón, la sal y las especias si has decidido usarlas. Damos un par de vueltas y empezamos a añadir la leche poco a poco sin dejar de remover. La bechamel estará lista cuando se despegue de las paredes de la cazuela.
Pasamos la bechamel a un Tupper alargado y poco hondo y cubrimos bien con papel film, pegando el plástico a la masa. Cuando esté bien frío, vamos formando las croquetas, las pasamos por huevo y pan rallado y las freimos en tandas de unas 6 cada vez en aceite bien caliente
Es difícil encontrar una buena fórmula para que la masa quede cremosa al degustarlas, pero firme al formarlas. Después de mucho tiempo en busca de la receta perfecta, y a base de jugar con las proporciones, al final creo haber conseguido las que, al menos para nosotros, son las croquetas que andábamos buscando.
Esta vez las hice de jamón, pero podéis poner el ingrediente que más os guste respetando la cantidad. ¡Con restos de pollo asado quedan deliciosas!
Hoy las comparto con vosotros, y me encantará que las probéis y me dejéis vuestro veredicto en comentarios.
Os dejo la versión con mi Robot de cocina Cecomix y la tradicional.
:)