Picamos la cebolla bien finita y la salteamos hasta que esté blandita y doradita. Por otro lado tamizamos la harina y mezclamos con la sal. Incorporamos la cebolla y 3/4 partes del queso rallado. Hacemos un volcán en el centro. Añadimos el agua y la leche poco a poco (antes de esto disolvemos la levadura fresca en la leche, si la levadura es seca la mezclamos directamente con la harina). Amasamos durante 10 minutos hasta que esté lisa y elástica.
Ponemos la masa en un bol untado en aceite y lo cubrimos con papel film. Dejamos fermentar durante 45-60 minutos (hasta que doble el tamaño). Derretimos la mantequilla y untamos un molde de plumcake con ella, reservamos el resto de mantequilla.
Colocamos la masa sobre una superficie enharinada y la dividimos en 20 partes iguales. Les damos formas de bolas y ponemos 10 bolitas en el fondo del molde, untamos con mantequilla y ponemos las otras 10 bolas encima. Untamos con el resto de la mantequilla.
Cubrimos en film nuevamente y dejamos que fermente un poco mas (unos 45 minutos) hasta que la masa llegue al borde del molde. Precalentamos el horno a 190ºC. Espolvoreamos por encima el queso sobrante y lo metemos al horno durante 40-45 minutos o hasta que la masa haya subido y esté dorada. Dejar una foto para que veais como quedó la miga.
Gracias por compartir el resultado <3 Te ha quedado como para hincarle el diente!