Tengo en la memoria estas empanadillas que comía de niña en el pueblo de mis padres en Murcia. Mi intento ha estado bien pero nada es comparable a ese sabor de la infancia.
También es cierto que hice cambios para adaptarlos a mi colesterol y a lo que tenía en la despensa. Además preparé la masa en la panificadora. ¡Y todavía me sorprendo que no sepan igual!
En un bol resistente al calor poner la harina junto con la sal y el pimentón. Se vierte el aceite caliente, la leche tibia, vino y manteca o margarina.
Mezclar con una cuchara. Cuando todo esté integrado volcar la masa a la encimera y amasa 10 minutitos.
La dejamos reposar a temperatura ambiente y tapada durante 1 hora.
Vamos preparando el relleno, simplemente mezclando bien los ingredientes. Y aquí tenemos todo ya preparado, la masa y el relleno:
Se hacen bolitas de 65 gr. aproximadamente y las estiramos con un rodillo. Te puedes ayudar de un bol para que quede un círculo más parejo:
Se pone un poco de relleno en el centro y se sellan los bordes con un tenedor. Yo siempre hago un repulgue que vi en YouTube.
Se pincelan con huevo batido. La verdad es que la masa encogió un poco y el repulgue no se quedó tan marcado:
Se hornean a 180º, calor arriba y abajo 25 minutos. Giré la bandeja a mitad de tiempo.
Muy ricas, gracias por tu receta. A mí sí que me recuerdan a mi infancia, la diferencia que yo he notado, siendo murcianico, es simplemente que éstas son más ligeras de sabor. Las de mi infancia eran más contundentes, quizá por la manteca que le ponían, que en los años 70 era manteca casera, ya sabes, de la matanza.
Yo muero antes de poner manteca :)