Pasado ese tiempo, empezamos a preparar la masa. Mezclamos en el recipiente de la amasadora, la harina con la levadura desmenuzada con los dedos.Añadimos el resto de los ingredientes, excepto la leche, que iremos añadiendo poco a poco, según lo pida la masa.
Hay que amasar la mezcla sin piedad, durante un buen rato y con paciencia, y aunque la masa parezca pegajosa, hay que seguir, hasta que la masa se vaya haciendo más compacta y se convertirá en la masa más elástica y sedosa que hayáis visto nunca.
En cualquier caso siempre se puede hacer a mano, con un esfuerzo considerable, ya que es una masa que necesita mucho tiempo de amasado.Una vez conseguida la masa, la volcamos en una superficie enharinada. Formamos una bola y la dejamos reposar en un cuenco enharinado, tapada, durante una hora.
Enharinamos de nuevo la superficie de trabajo y volcamos la bola. Se aplasta un poco con la palma de la mano para sacarle el aire, se dobla y se vuelve a hacer otra bola. La volvemos a colocar en el recipiente enharinado, lo cubrimos con el paño de pan y dejamos reposar otra hora.
Pasado ese tiempo, enharinamos de nuevo la superficie, volcamos la bola, y la dividimos en 12 partes de 90 grs cada una. Es mejor pesar la masa al ir haciendo las partes, para que los bollos queden de igual tamaño.
Con cada trozo de masa, hacemos una bola y las colocamos en la bandeja de hornear, sobre un Silpat ó papel de cocina engrasado. Hay que dejar espacio libre entre los bollos, ya que crecen mucho. Yo los he dividido en dos bandejas, poniendo seis en cada una. Las cubrimos con un paño y dejamos reposar entre 2 ½ horas ó 3, hasta que dupliquen su tamaño.
Preparamos el glaseado, calentando la leche con el azúcar y removiendo hasta que ésta se disuelva. Con mucho cuidado, una vez que los bollos hayan duplicado su tamaño, los pintamos con ayuda de una brocha de silicona.Precalentamos el horno a 180º.Los horneamos aproximadamente 15 /20 minutos, hasta que estén dorados por todos lados.Una vez que estén listos, los sacamos a una rejilla y los volvemos a pincelar con el glaseado y los cubrimos con el azúcar granulado.