Una variante del bizcocho tradicional muy vidente, rico y delicioso, añadido gotas de aroma de morado y un colorante morado lo que le da un bello aspecto.
Dejar que la mantequilla se ablande un poco fuera de la nevera. Cortarla en trocitos y ponerla en un bol con el azúcar y uno de los huevos.
Batir hasta que quede cremosa y el primer huevo esté incorporado y luego ir agregando los huevos de uno en uno y batiendo, de forma que hasta que no esté bien incorporado cada uno, no se agrega el siguiente. Una vez añadidos todos los huevos agregar la harina mezclada con la levadura química y batir de nuevo para que quede una masa homogénea y sin grumos.
Dividir la masa en dos partes y a una de ellas añadirle el azúcar avainillado y a la otra el aroma de violetas y el colorante.
Poner cada una en una manga pastelera con boquilla lisa algo gruesa. Engrasar y enharinar un molde alargado de bizcocho y poner las masas alternado, es decir pirmero en un lado una de vainilla, luego al otro lado la de vileta, luego el revés, como si fuera un damero.
Introducir el molde en el horno precalentado a 180º C y dejar que se haga durante 50 minutos aproximadamente o hasta que al pinchar con una aguja, ésta salga limpia. Desmoldar con cuidado y dejar que se enfríe sobre una rejilla.
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