En primer lugar limpiamos y troceamos en tiras finas, los tres dientes de ajo, el pimiento verde y la cebolla. En una cazuela grande (como para que nos quepa todo el pescado) ponemos cuatro cucharadas de aceite de oliva y doramos la guindilla, apretando para que suelte el jugo. Cuando el aceite empiece a templarse, añadimos la cebolla, el ajo y el pimiento y pochamos durante unos minutos.
Cuando la cebolla empiece a estar blandita, incorporamos a la olla 1 cucharadita de pimentón dulce y 1/4 de cucharadita de pimentón picante. Retiramos la guindilla ahora para que no se nos pierda entre el vaso de tomate triturado que vamos a añadir a continuación.
Removemos durante un minuto para que el tomate se distribuya bien entre todos los ingredientes. Incorporamos también ahora el litro de agua, con el sobre de dashi (o cualquier otro caldo de pescado) y el perejil picado, removiendo bien durante un par de minutos. A continuación, cortamos el pescado en trozos y cuando la salsa comience a burbujear, los incorporamos a la cazuela removiendo para que se mezcle bien en la salsa. Dejamos cocinar a fuego lento unos 10 minutos.
Mientras tanto podemos aprovechar para limpiar los mejillones, de los cuales tendremos que desprender, con la ayuda de un cuchillo y/o un estropajo nanax, toda la porquería que se les queda pegada en las conchas, así como las barbas que sobresale por entre las valvas.
Cuando los mejillones estén limpios, los incorporamos a la cazuela, y tapamos la olla. Cocinamos hasta que todos los mejillones estén abiertos, y termine de hacerse el bacalao.
¡Ya tenemos listo nuestro bacalao con mejillones en salsa picante!
Ahora solo queda sacar con cuidado los trozos de bacalao y repartirlos en los platos junto con los mejillones y bañarlo todo con una generosa cantidad de salsa. ¡¡Preparad la barra de pan para mojar sin piedad!!