Para quitarle el sabor amargo, poner las berenjenas en un escurridor y ponerles sal. Dejarlas escurrir por media hora. Enjuagarlas bien para elimar la sal y secarlas con papel toalla.
Poner las ruedas de berenjena en una o dos bandejas de horno. Untarle aceite de oliva y hornearlas por 15 minutos a 350 F hasta que esten tiernas.
A un recipiente para horno ponerle aceite de olvida y cubrir el fondo con la mitad de las berenjenas. Poner sobre las berenjenas la mitad del queso mozzarella, la mitad de la salsa de tomate y enpolvorear todo con la mitad del parmesano.
El parmesano que queda mezclarlo con el pan rallado. Hacer otra capa en el mismo orden y terminar con la mezcla de parmesano y pan rallado.
Esparcir pedazos de la mantequilla encima y meter la bandeja en el horno durante 25 minutos, hasta que este dorado. Sacar del horno y dejar refrescar unos 5 minutos antes de servir.