En una sartén con dos cucharadas de aceite sellar la carne de los dos lados. Retirar y reservar.
Cortar las cebollas, puerro y morrones en rodajas finas y armar un "colchón" en una fuente para horno.
En la sartén donde sellamos la carne debe haber quedado un poco de jugo de la misma. Allí agregar dos cucharadas de aceite, dos cucharadas de agua, un caldo en cubo de carne y el romero. Revolver lentamente a fuego medio y cocinar hasta que el cubo de caldo se haya disuelto para obtener este mejungue.
Colocar la carne sobre el "colchón", añadir el vaso de vino blanco con 2 hojas de laurel y bañar toda la carne con el mejungue.
Llevar a horno fuerte durante 1/2 hora. Allí dar vuelta la carne y salsearla con el mismo jugo que se encuentra en la fuente. Salsear, salsear, que lindo es salsear. Dejar cocinar 1/2 hora más y verificar si la carne está totalmente cocida; caso contrario dejar unos minutos mas.
Para emplatar cortar la carne en rodajas gruesas y cubrir con un poco de las cebollas y morrones que hicieron de colchon. Se puede acompañar con practicamente cualquier guarnición, en este caso fue con una ensalada y con batatas fritas.
A disfrutar la buena mesa mientras reflexionamos sobre una frase de José Ortega y Gasset: No somos disparados a la existencia como una bala de fusil cuya trayectoria está absolutamente determinada. Es falso decir que lo que nos determina son las circunstancias. Al contrario, las circunstancias son el dilema ante el cual tenemos que decidirnos. Pero el que decide es nuestro carácter.
Comentarios de los miembros:
Genial!!
Excelente