Limpiamos los chipirones, separando la cabeza del cuerpo. En el cuerpo le sacamos una tira que parece de plástico, que yo le llamo pluma. A continuación lavamos bien el cuerpo con un buen chorro de agua por si tiene arenas.
En la cabeza, cortamos a la altura de los ojos y deshechamos esta parte. En la otra, que están los tentáculos, le sacamos un diente pequeño que suelen tener.
Ya están limpios para cocinar. Esta explicación sirve tanto para los chipirones frescos, como para los congelados, porque ambos suelen venderse sin limpiar. Secar con un papel de cocina y los reservo en un plato o fuente.
En una sartén, pongo aceite como para cubrir el fondo y un poco más, y pocho la cebolla cortada en juliana muy fina y los ajos en dados muy pequeños. Cuando esté bien hecho añado los chipirones enteros y las patas.
Los rehogo bien, añadir el vino blanco y dejo que evapore unos minutos a fuego medio. Bajo el fuego e incorporo el contenido de las bolsas de tinta. Mezclamos todo muy bien y dejamos a fuego bajo unos minutos hasta que estén hechos los chipirones, si son pequeños sobre 10 minutos. En esta ocasión serví acompañados de las patatas alioli.