Sazonar bien el cochinillo y untarlo con un poco de manteca.
Cubrir la cazuela con papel de aluminio e introducir en el horno ya precalentado a 250º
A la hora, dar la vuelta, volver a untar de manteca la otra cara y volver a tapar con papel aluminio. Tenerlo otra hora a 250º
Pasado este tiempo, quitar el papel de aluminio, volver a untar con un poco de manteca o con el jugo que haya en la cazuela la parte de la piel, dejando la misma hacia arriba y volver a meter el cochinillo en el horno hasta que se dore
La piel tiene que quedar como una corteza crujiente