Los filetes los salpimentamos por los dos lados y los rebozamos en harina, mientras ponemos el aceite en la sartén y cuando esté bien caliente sofreímos ligeramente los filetes, después de sacudirlos para que la capa de harina sea lo más fina posible.
Una vez todos fritos, y retirados en un plato, ponemos la cebolla bien rallada en la sartén, dejamos que se poche hasta que este muy dorada, agregamos los dos dientes de ajo para que también se sofrían.
A continuación incorporamos el brandy y dejamos que se evapore el alcohol, después se añade el laurel, los clavos de olor y los granos de pimienta negra y 1/2 cucharada de harina. Damos unas vueltas para que la harina se cueza y ponemos el vaso de caldo.
Cuando esta salsa comience a hervir, colocamos los filetes de carne, probamos de sal y dejamos que vaya cociendo y reduciendo la salsa. Para que vaya espesando de una manera uniforme y sin pegarse, conviene dar de vez en cuando a la sartén unos movimientos giratorios suaves, pero sin remover con la cuchara para no romper los filetes.
Una vez tiernos los filetes y la salsa espesa, retiramos los clavos de olor y servimos.
Para que este plato salga bueno es imprescindible que la carne sea de una pieza tierna y jugosa, yo empleo lo que en Alicante llaman Veneta (creo que podría llamarse también Llana o Plana) que tiene en el centro del filete una tira gelatinosa y cuya textura queda muy bien para esta preparación.
Los clavos de olor son una especia muy fuerte, así que hay que tener cuidado con no pasarse, por eso si lo vamos a usar molido pondremos un pellizco pequeño o la punta de un cuchillo.
Comentarios de los miembros:
Autentico sabor de la abuela el de este plato conexión con mi niñez gracias
Muy buena pinta
Así los preparaba mi madre cuando era niño y me encantaban.
Muy bueno