1) Primero, estiraremos las rebanadas de pan con el rodillo, por los dos lados. Conviene poner un trozo de papel film abajo para envolverlos luego. Sobre cada trozo de papel, una rebanada de pan estirada y, sobre ésta, jamón de york y queso. Hay que dejar la parte final sin relleno porque empezaremos a enrrollarlos por el otro extremo y así no se sale.
Cuando lo hayamos enrrollado, lo envolvmeos con el papel film y cerramos los bordes como si se tratara de un caramelo. Una vez los tengamos todos listos, los metemos en la nevera un ratito para que cojan las forma.
Para freirlos, los pasaremos primero por huevo batido y luego por pan rallado, el mío con ajo y perejil para darle otro toque. Aceite caliente en una sartén y a dorarlos por los lados, Cuando lor rebocéis, acordaros de impregnar bien los extremos.
Cuando ya los tenemos pasados por huevo y pan rallado, los podemos envolver otra vez con el papel film y congelarlos para otra ocasión no hará falta descongelarlos, sólo sacarlos del congelador y al aceite caliente.
2) Cortaremos la cebolla y el pimiento en trocitos. Pelaremos los tometes y el pepino y los cortamos igual. Lo ponemos todo en un bol.
Lavamos bien el perejil y la hierbabuena, hacemos un montoncito bien apretado con las hojas y troceamos bien.
Se lo añadimos a la mecla anterior. Poemos el cucscús crudo, aceite, sal y el zumo de limón, tapamos el bol con papel film y a la nevera.