Ponemos la coliflor cortada en ramitos a hervir durante unos 10 minutos en agua abundante con sal. Escurrimos y reservamos. El brécol seguirá el mismo proceso pero con una cocción menor, quizá con 6 minutos será suficiente.
Ponemos abundante agua a calentar, cuando empiece a hervir, le ponemos un puñado de sal y el sobre de azafrán molido. Agregamos la pasta y dejamos que cueza durante unos 10 minutos. Esto es siempre orientativo, pues hay quien quiere la pasta "al dente" y quien la prefiere muyyyy cocida.
Escurrimos y reservamos. Mientras cuece la pasta, ponemos la cebolla cortada en juliana, a pochar en una sartén con 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva. Cuando tome algo de color y esté blandita, añadimos las verduras y rehogamos unos segundos para que se integren bien los sabores. Poco tiempo, que tanto la coliflor como el brécol podrían deshacerse.
Engrasamos una fuente resistente al horno y llenamos con la pasta y las verduras. Vertemos por encima la salsa bechamel, repartiéndola bien.
Cubrimos con el queso rallado y metemos a horno precalentado a 180 º durante unos 10 minutos hasta que se forme una capa crujiente y dorada por encima.