Lavar bien el morrón y con la ayuda de una pinza o tenedor colocarlo sobre el fuego de la hornalla de la cocina girándolo para asarlo por todos sus lados hasta que quede negro casi por completo. Sin temor, que por dentro no se quema.
De esta forma se puede fácilmente quitar su piel que es la que hace que el morrón a veces caiga "pesado" al estómago. Cuando ya esté practimente de color negro retirar del fuego y colocarlo dentro de una bolsa de polietileno durante unos minutos, esto ayudará a pelar el pimiento morrón.
Luego de esos minutos, sacar el morrón de la bolsita y pelarlo quitando la piel que ha quedado quemada. Lavarlo, quitar el tronco, los nervios y las semillas y cortarlo en tiras (juliana). Pelar la cebolla y también cortar en tiras o juliana.
En una sartén colocar aceite de oliva y luego el morrón y la cebolla. Salpimentar a gusto y cocinar durante unos minutos aproximadamente revolviendo con una cuchara de madera mientras tanto. Agregar el orégano y cocinar un par de minutos mas mientras se sigue revolviendo.