Empezamos cociendo las patatas en agua hirviendo con sal y un chorro de vinagre. El vinagre se pone para que las patatas no se agrieten.Las hacemos, y cuando estén, las reservamos y dejamos que se enfríen.
Picamos los ajos, la cebolla y los pimientos en juliana fina y lo ponemos a pochar en una sartén con un chorro de aceite. Lo salpimentamos y cocinamos hasta que esté bien hecho.
Cuando estén bien frías, las hacemos un corte superior, como si fuese una tapa, y vamos vaciando con una cuchara. La cantidad a quitar va en gustos, a mí me gusta vaciar bastante para rellenar bastante también con la piperrada. No me gusta que las paredes sean muy gruesas, queda muy "patatona".
Las colocamos en una fuente en cuya base habremos colocado unas rodajas de mantequilla y un chorrito de vinagre.
Estando ya vaciadas, rellenamos con la piperrada y hacemos una especie de cama en el centro ,sobre la que colocamos el huevo. Esto es para que no patine y se desparrame.
Una vez montar, salpimentamos bien y espolvoreamos con el perejil picado muy fino.
Precalentamos el horno a 200º, calor superior e inferior y metemos las patatas un maximo de 5 minutos, hasta que veamos el huevo en su punto.