Primero hacemos la salsa. Preparamos nuestro caldo de ave: cocemos 250 mil. de agua con una pastilla de caldo. Reservamos caliente.
Salteamos las setas con una cucharada o dos de mantequilla. Cuidado, no deben dorarse. Podemos reservar alguna seta para adornar el plato, cosa que yo no recordé.
Una vez rehogadas las setas, cuando ya están blanditas las trituramos.
En seco, sin miedo. Metemos la minipimer y a por ellas.
Cocemos el puré de setas con el caldo de ave unos instantes.
Añadimos la nata y el zumo de limón. Esto le da un sabor diferente.
Salpimentamos al gusto y reservamos.
Hacemos unos cortes diagonales en la grasa de la pechuga de pato. No hace mucho me enteré que esto es para que no pierda la forma.
Encendemos el horno a 200º, calor arriba y abajo.
Calentamos una sartén que podamos meter en el horno.
Una vez muy caliente, colocamos la pechuga con la cara de la grasa hacia abajo. Dejamos que se dore un minuto y medio y vuelta. La dejamos otro minuto y medio y al horno!
Cuanto la dejéis en el horno depende de cómo os gusta la carne. Así que con 8-10 minutos es suficiente.