Poner una olla de agua con sal a hervir y cocer la pasta al dente. Escurrir y reservar.
En una sartén con aceite de oliva, sofreir las cebollas cortaras muy pequeñitas o trituradas, al gusto.
Dejarlas cocinar, a fuego lento, hasta que esten totalmente pochadas.
Si adquiris una piña natural y no tenéis un pelador de piñas. Ponerla en posición horizontal y empezar por cortar los extremos.
A continuación, en posición vertical, id pelandola con un cuchillo, dandole toda la vuelta.
Volvedla a colocar en posición horizontal y cortadla a rodajas no muy gruesas. Pulirle los extremos de los restos de piel y a continuación con un cuchillo de punta afilada quitarle la parte leñosa del centro.
Hacerla taquitos y reservad.
En el caso de que la compréis en almibar, simplemente, hay que cortarla a pedacitos pequeños.
Introducir la piña en la sartén con la cebolla. Dejarla unos instantes para que se caliente y tome sabor.
A continuación, añadir la Crême Fraiche y el curry.
Mezclar y sazonar con sal y pimienta blanca. Dejar que se cocine durante dos minutos. Añadir la pasta y servir inmediatamente.