En un bol añadimos la harina, le hacemos un agujero en el centro, como si fuese un volcán, y en ese agujero añadimos la sal, el agua y 2 cucharadas de aceite de oliva. Y lo amasamos hasta conseguir una masa lisa.
Procedemos a estirarla y doblamos los bordes hacia dentro.
Ponemos salsa de tomate por toda la superficie de la pizza y le ponemos orégano, cebolla en polvo y ajo en polvo.
Aquí tengo unas figuras de fantasmas recortadas. Lo que haremos será poner una loncha de queso en una tabla, ponemos encima del queso la figura del fantasma y con un cuchillo recortamos la silueta del fantasma, retiramos el queso sobrante y colocamos la silueta en la pizza.
Ahora vamos a hacer los ojos a los fantasmas, para ello, cortamos una aceituna por la mitad a lo largo y con la ayuda de una pajita hacemos una presión sobre la aceituna para sacar unos pequeños círculos. Colocamos esos pequeños círculos en las siluetas de los fantasmas para simular los ojos.
Ahora vamos a hacer la boca a nuestros fantasmas, para ello, cortamos el extremo de la aceituna donde no tiene el agujero. Y se la colocamos a los fantasmas.
Metemos la pizza en la parte inferior del horno, que debe estar precalentado, y lo dejaremos unos 15 o 20 minutos a 200º centígrados con calor arriba y abajo.
Pasado ese tiempo la sacamos del horno, y ya estaría lista para comer.