El pollo se corta en trozos pequeños, de un bocado. Lo ponemos en un bol, le añadimos 1/2 cucharada de soja light. Lo dejamos en la nevera mientras preparamos los ingredientes.
Se deja preparada la salsa. Se mezclan todos los ingredientes en un bol.
Se trituran con el prensa ajos los ajos. Los ajetes se cortan en trozos de 2 cm y luego en tiritas finas, y hacemos lo mismo con el chile rojo, quitándole las semillas.
Cortamos la cebolla en dados y los ajos los pasamos por el prensa ajos o los picamos finamente.
Las guindillas secas las abrimos, les quitamos las semillas y las troceamos.
En un wok ponemos con 3 cucharadas de aceite de cacahuete o de girasol, NUNCA de oliva. Se saca el pollo de la nevera y se reboza con harina. Se frie el pollo y cuando se haya dorado, se saca y se reserva. Yo lo hice en dos tandas, añadiendo un poco de aceite en la segunda tanda.
En el wok y con un poco más de aceite si es necesario y a fuego bajo para que no se quemen (cosa que yo no hice), freimos los anacardos y en cuanto empiecen a cambiar de color se añaden las guindillas secas. Cuando se hayan dorado lo sacamos todo y reservamos junto al pollo.
Echamos al wok los ajos y seguidamente la cebolla. Incorporamos la mezcla de salsas y mezclamos bien.
Echamos al wok los ajos y seguidamente la cebolla. Incorporamos la mezcla de salsas y mezclamos bien.
Y para terminar añadimos los ajetes y el chile rojo. Mezclamos y retiramos.