En una cacerola grande y de fondo pesado, introducir el cordero, el puerro, la zanahoria, el apio y la cebolla entera. Cubrir con agua varios dedos por encima, salar y llevar a ebullición. Bajar el fuego y mantener así durante 1 h y 1/2, hasta que el cordero esté muy tierno y se separe con facilidad del hueso.
Extraer la carne del caldo y dejar enfriar un poco. Reservar las zanahorias y el apio aparte. Colar el caldo, desechar los restos del puerro y la cebolla. Guardar el caldo.
Separar la carne de los huesos y deshilacharla con las manos (para mi es lo más fácil, mejor que con tenedores y demás artefactos). Reservar. Picar el apio y la zanahoria en trozos no muy pequeños
Calentar un chorrito de aceite en una olla de fondo pesado y sofreír la cebolla picada hasta que esté blanda. Añadir el ras el hanout, la canela y el jengibre, remover y dejar unos instantes hasta que desprendan olor. Introducir la carne, el ajo, el concentrado de tomate y la harissa, remover muy bien para que todos los sabores se integren.
Cubrir con 1 litro y 1/2 de caldo reservado, y llevar a ebullición. Añadir la zanahoria y el apio troceados, y la sémola de cous-cous. Apagar y dejar que repose hasta que la sémola se hinche.
Repartir unas hojas de hierbabuena sobre la sopa, imprescindible para dar un maravilloso sabor fresco a la sopa!!!!
Comentarios de los miembros:
Me parece deliciosa:
¡Vaya me falló la harissa! ¡Y eso que siempre tengo en casa cantidad!