Tod@s conocéis los bundt cakes, esos bizcochos en forma de corona con un agujero en medio, pues los bundtlettes no son más que la versión mini de esos mismos bizcochos, por lo que pueden usarse las mismas recetas, solo variará el horneado que en este formato será más corto, por eso me gustan más, cuanto menos tardemos más tiempo, y sobre todo más energía ahorraremos y además quedan muy "cuquis".
Precalentar el horno a 180º calor arriba y abajo mientras preparamos la masa.
En un bol mezclar la harina tamizada con la maizena, la levadura química y la pizca de sal, agregar los huevos y batir con las varillas, en otro bol o tazón grande batir con las mismas varillas, no es necesario lavarlas, la mantequilla a temperatura ambiente con el yogur y el azúcar, añadir el cacao en polvo, el café y la vainilla, por último incorporar una masa a la otra batiendo nuevamente con las varillas hasta que obtengamos una mezcla homogénea.
Untar con mantequilla y enharinar los moldes, rellenarlos e introducir en el horno, posición media, durante 10 ó 15 minutos, los bizcochos estarán listos cuando al pincharlos con un palillo este salga limpio.
Dejar que se templen un poco dentro del molde antes de sacarlos, colocarlos en una rejilla para que enfríen. Para la cobertura reservamos un tercio del chocolate (unos 56g) y fundimos el resto en el microondas a golpes de 30 segundos para vigilar que no se queme, en un horno de 900w necesité 3 golpes, sacarlo y mezclar con una cuchara por si queda algún trocito entero. Para que quede crujiente y brillante hay que atemperarlo, la forma más fácil es añadirle ese chocolate reservado para que se derrita con el calor residual del que ya tenemos fundido
Con la ayuda de una manga pastelera o una cuchara verter la cobertura sobre los bundtlettes, adornar con el azúcar dorada, con almendra picada, confetti de colores o lo que tengáis a mano, y ahora sí, dejarlos tranquilos hasta que la cobertura se vea brillante, crujiente y fría.
He sustituido la nata por yogur, el azúcar por eritritol y tanto el cacao en polvo como el chocolate no llevan azúcar añadido, así que aunque tienen mantequilla son bastante más sanos y ligeros que la receta original.