Rallamos la cáscara del limón y sacamos las semillas del interior de la vaina de vainilla con la punta de un cuchillo. La manteca la vamos a diluir en el microondas, unos 20 ó 30 s. En un mortero trituraremos los dos clavos.
Vamos a mezclar el azúcar con la harina, la manteca y la levadura. La harina la pasaremos por un colador previamente, para disgregar los granos y meter aire dentro. Por otra parte, mezclaremos el huevo con el resto de los ingredientes y lo incorporaremos a la harina. Esta masa la iremos mezclando y cuando tenga textura procederemos a amasar. Cuando tengamos una masa fina, pero que se resquebraja es el punto de envolverla en film transparente y dejar reposar en el frigorífico entre 1 y dos horas.
Pondremos el horno entre 180 y 200 ºC, por arriba y por abajo y sin ventilador. Sacaremos del Frigo la masa y haremos bolitas un poco más grandes que una canica. La extenderemos con los dedos haciendo la forma de galleta. Pondremos en papel de horno y meteremos en el mismo. A los 11 ó 12 minutos, empezará a tomar la galleta un tono dorado. Ese es el momento de retirarlas. No son galletas crujientes tipo María, sino de masa tipo quebrada.
Antes de hornear se les puede poner unos granos de azúcar moreno por encima. Listo. Una merienda estupenda.
Comentarios de los miembros:
Azúcar va con z no con s
Me vuelven loca los bizcochos.....