Las galletas viajeras de la semana fueron con lacasitos.
En realidad son las típicas galletas de mantequilla a las que se los añadí.
El conjunto, en el bocado, hace una mezcla fantástica, el sabor intenso de la mantequilla con el del chocolate pero además con el crujiente de los lacasitos, hace una galleta impresionante de buena.
Además me ha sorprendido lo bien que aguantan el horneado, no se deforman nada estos pequeños chocolates por lo que son ideales para repostería.
En un bol grande mezclamos la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar, cuando estén totalmente integrados, añadimos el huevo.
Añadimos la harina, mezclamos hasta conseguir una masa que se suelta de nuestra mano y formamos una bola.
Separamos la masa en dos partes para que nos sea más fácil estirarla con el rodillo. Con el rodillo y entre dos papeles de hornear, la estiramos hasta dejarla del grosor deseado, la dejamos reposar en el frigorífico durante al menos 30 minutos.
Pasado el tiempo de reposo, sacamos la masa y vamos cortando las galletas con un cortador redondo y poniendo encima unos lacasitos.
Con el horno precalentado a 180º, horneamos durante 15 minutos o hasta que estén doradas ligeramente por los bordes.