En primer lugar se tuestan las avellanas sobre una bandeja en el horno calentado a 120 ºC, a mí me basta con unos 20 minutos. Vigiladlas estrechamente pasado este tiempo para que no se arrebaten en exceso.
Cuando se ve la piel agrietada se sacan, se dejan enfriar y se les quita la piel con facilidad frotándolas entre los dedos. Mientras tanto se muele el azúcar si no usáis azúcar glas. Una vez frías y peladas las avellanas, se trituran bien en un robot, pero sin pasarse para que no se engrasen. Se mezcla la harina de avellanas, el azúcar y la harina. Se funde la manteca de cerdo, en el microondas mismamente.
Se mezcla todo y se amasa un rato a mano, hasta conseguir una masa más o menos amalgamada, pero que se desmiga con facilidad. Puede ser necesario añadir algo más de manteca, de 10 en 10 gramos. Se extiende con un rodillo para dejarla más o menos de 1 cm de espesor.
Los bordes se abren, pero se pueden aplastar con los dedos para amalgamarlos. Entonces se elige un cortador de galletas compacto, un vasito o similar.
Bueno, entonces, se van cortando y se ponen en una bandeja con papel de hornear o una lámina de silicona, que se mete en el frigo por lo menos media hora para que se compacten un poco y la manteca se solidifique. Después se meten al horno precalentado a 180 ºC. A mí me basta con 10-12 minutitos con el aire caliente, pero eso sabéis que depende de cada horno. Hay que vigilar que no se quemen, pues unos hornos son más potentes que otros y la mitad de las veces la temperatura que indican los mandos tiene poco que ver con la que sufren los alimentos.
Cuando empiezan a dorarse por los bordes, se sacan y se pasan a una rejilla. Se dejan enfriar y se pueden espolvorear de azúcar glas por encima.
Comentarios de los miembros:
Me encantan estos mantecados si no estuviera a dieta los haria aunque no fuera navidad
Fantastico