Ponemos todos los ingredientes en el vaso y programamos 15 segundos, velocidad 4. Vaciamos la mezcla en un molde en el que nos quepa bien el molde de metal especial para hacer flores y dejamos que repose durante una media hora.
Ponemos una sartén honda o un cazo al fuego y ponemos a calentar abundante aceite de girasol, ponemos dentro del aceite el molde de metal y cuando esté muy caliente, lo escurrimos un poco y lo metemos en el recipiente con la masa, procurando no sumergirlo del todo. Lo pasamos rápidamente a freírse a la sartén.
Al freírse la masa tiene que despegarse del molde, dorar por ambos lados. Mezclamos en un recipiente la miel y el limón. Colocamos las rosas sobre una rejilla hasta que enfríen. Las servimos bañadas con el almíbar o simplemente espolvoreadas con azúcar glass.