Pan de avena sin gluten, una receta saludable, fácil y deliciosa
¿Te apetece un pan saludable, ligero, rico en fibra y listo en un momento? Prueba este delicioso pan de avena con yogur y huevos, perfecto para empezar bien el día o para tomar a media tarde cuando necesitas algo que te sacie sin complicaciones. Con solo 3 ingredientes principales: copos de avena, yogur natural y huevos, esta receta no puede ser más sencilla ni más práctica. Además, puedes congelar las rebanadas y tenerlas siempre a mano cuando te apetezca. Sigue nuestra explicación y disfrútalo cuando quieras.
Ingredientes
Por encima (opcional):
Materiales
- Bol
- Batidor de varillas de mano
- Molde rectangular (tipo cake)
Preparación
Batir los huevos en un bol.
A continuación, añadir la avena, el yogur, el aceite de oliva y la sal. Mezclar hasta obtener una masa homogénea.
Por último, añadir la levadura química (polvos de hornear) y mezclar por última vez.
Vierte la mezcla en el molde previamente engrasado (si te apetece, puedes espolvorear por encima alguna especia o condimento).
Hornea en el horno precalentado a 180 °C durante 30 a 40 minutos, o hasta que el pan esté dorado y al pinchar con un palillo, este salga limpio.¡Ya tienes listo tu pan de avena sin gluten!
Consejos y trucos
¿Puedo usar cualquier tipo de yogur?
Sí, aunque la textura final cambiará según el que elijas. El yogur natural entero es el más recomendable si buscas una miga jugosa y tierna. Si prefieres aligerar la receta, puedes usar yogur desnatado, pero ten en cuenta que el pan quedará algo más seco. También puedes optar por yogures vegetales sin azúcar (como el de almendra o coco) si necesitas evitar la lactosa. Lo que sí conviene evitar son los yogures con sabores o frutas, ya que interfieren en el proceso de fermentación.
¿Por qué me ha quedado el pan húmedo por dentro?
Suele ser por tres motivos: cocción insuficiente, exceso de yogur o una temperatura de horno demasiado baja. Para comprobar si está hecho, utiliza un palillo: si sale limpio, el pan está listo. Asegúrate también de usar huevos a temperatura ambiente y copos de avena finos, que absorben mejor la humedad. Y muy importante: deja enfriar el pan por completo antes de cortarlo.
¿Se puede hacer harina de avena en casa?
Por supuesto, y es muy fácil. Solo necesitas triturar copos de avena hasta que queden convertidos en una harina fina. Si necesitas que sea sin gluten, usa copos certificados para ello. Para una textura más ligera, puedes tamizar la harina una vez molida.
¿Cómo puedo aumentar el contenido en fibra?
Una forma sencilla es sustituir parte de los copos de avena por salvado de avena. Por ejemplo, usar mitad y mitad. Esto no solo suma fibra, también da una textura más rústica.
¿Este pan sin gluten necesita levar?
Sí, aunque el levado será discreto porque no hay gluten. Aun así, ese pequeño aumento de volumen ayuda a que la miga quede más aireada y agradable.
¿Se puede congelar este pan de avena?
Sí, y de hecho es muy práctico hacerlo. Cuando el pan esté completamente frío, córtalo en rebanadas y congélalo. Puedes guardarlo así hasta dos meses. Para disfrutarlo, saca las rebanadas que necesites y caliéntalas en tostadora, sartén o horno. Un truco: úntalas con un poco de aceite de oliva o mantequilla antes de calentarlas. Quedan deliciosas.
¿Cómo puedo aumentar la cantidad de proteínas?
Puedes añadir semillas como chía, lino o girasol, usar un yogur rico en proteínas, incorporar tofu desmenuzado o incluso una proteína vegetal (como la de guisante). También puedes sustituir parte de la avena por harinas más proteicas, como la de almendra o la de garbanzo.
¿Cuál es la mejor forma de conservar el pan?
Este tipo de pan tiende a secarse con rapidez. Lo ideal es guardarlo en un recipiente hermético a temperatura ambiente y consumirlo en un par de días. Si no lo vas a comer enseguida, congélalo ya cortado en rebanadas. Evita guardarlo en la nevera, porque se reseca más. Cuando lo vayas a calentar, puedes cubrirlo con un paño húmedo o añadir un poco de aceite para recuperar su textura.
¿Por qué se desmigaja mi pan sin gluten?
El gluten es lo que da elasticidad al pan, y al no estar presente, es fácil que la miga se rompa. Para evitarlo, puedes añadir ingredientes que ayuden a ligar la masa: huevos, psyllium, chía hidratada o alguna grasa como aceite de oliva o de coco. También es importante no pasarse con el horneado y mantener un buen equilibrio entre los ingredientes húmedos y secos. El secreto está en que la masa conserve siempre un buen nivel de humedad.