Cortamos la cebolla y la ponemos a rehogar en una sartén con aceite a fuego muy bajo. Cuando este bien pochada le añadiremos un chorrillo de vinagre balsámico.
Mientras desenrollamos la masa de hojaldre y la dividimos en cuatro partes.
Abrimos la lata del hígado de rape, ponemos en un cuenco la cantidad que vayamos a utilizar, lo aplastamos con un tenedor, le echamos un poco de aceite de oliva, una pizca de sal y lo mezclamos bien.
Vamos preparando los croissants. Haremos 2 de ellos con una cucharada de tartas de algas e hígado de rape.
Enrollamos desde la parta ancha hacía la punta. Doblamos las puntas, y tendremos unos cuernos perfectos.
Los otros 2 los haremos poniendo una cucharada generosa de cebolla y media morcilla a la que previamente le habremos quitado la tripa. Enrollaremos e igual que los otros.
Los pondremos en una bandeja con papel para horno, los pintaremos con huevo batido y los introduciremos en el horno precalentado a 180ºC durante unos 25 minutos aproximadamente.