Estas patatas son una variación de las clásicas patatas americanas que primero se cuecen, luego se chafan y finalmente se hornean. En esta ocasión primero se chafan, en crudo, y luego terminan de hacerse en sartén. En verano no apetece mucho encender el horno.
Es una guarnición perfecta para acompañar a una carne, pescado...
Hinojo, este último no lo he usado apenas en cocina. Tiene un sabor como anisado lo que aporta un saborcito peculiar a las patatas.
Lava bien las patatas, frotándolas con un cepillito de cocina para que queden bien limpias.
En un mortero tritura las semillas de cilantro e hinojo ligeramente, no conviene que queden muy trituradas. Tiene que quedar algo rústico.
Ayúdate de un rodillo para golpear las patatas lo suficiente para dejarlas medio chafadas. Esto ayudará a que se cocinen más fácilmente y se impregnen bien del sabor de las especias.
Se ponen en un bol y se rocían con sal, pimienta y aceite. Se mezclan bien, volteando con movimientos de vaivén.
En una sartén se pone 1/2 cucharada de aceite y 1/2 cucharada de mantequilla o margarina. Se calienta a fuego alto/medio. Una vez que ya esté caliente se baja a fuego medio y se ponen las patatas. Y sin moverlas se dejan dorar durante 8 minutos.
Pasado este tiempo se les da la vuelta.
Y se siguen dorando, sin moverlas, otros 5 minutos.
Una vez que estén doradas por los dos lados, se espolvorean con las especias trituradas en el mortero.
Se mezclan bien, con movimientos de vaivén de la sartén para evitar que las especias se quemen.
Se añade 1/2 taza de vino blanco. Se tapa inmediatamente la sartén y se dejan cocer durante 15 minutos hasta que las patatas estén hechas.