Pica la cebolla, los pimientos, los ajos y los tomates muy menudillo. Echa el aceite en una cacerola y la verdura. Deja que se dore unos minutos, hasta que la verdura esté tierna pero no demasiado. Saca la tercera parte de la verdura y reserva.
Limpia las sardinas, quita la cabeza y las tripas. Pon la mitad de las sardinas sobre la verdura que has dejado en la cacerola. Échale un poco de sal, comino y orégano, y pon una hoja de laurel, y cubre con la mitad de la verdura reservada.
Pon otra capa de sardinas y realiza la misma operación: un poquito de sal, comino, orégano y una hoja de laurel, y tapa con las verduras que queden. Echa el vino por encima y pon al fuego medio unos diez minutos.
Mueve la cacerola con cuidado que no se rompan las sardinas. Si haces un poco antes la verdura, las sardinas (que aquí en Málaga no son muy grandes y la carne es más tierna que en el norte) no se deshacen.
Sirve en caliente o frías. De las dos formas están muy ricas!
Comentarios de los miembros:
Las haré sin duda porque el procedimiento me parece delicioso para el sabor de las sardinas.
Esta receta es una deliciaaaaaaaaaaaaa ¡¡¡¡¡¡¡
Facil,jugosas y ricas
Es plato sabtoso rapido y economico