Lavas y cortas el tallo a los champiñones. Horneas las cabezitas ( a las que le habrás echado un chorrito de aceite) a unos 200 º durante 10 minutos más o menos ( ojo con no pasarte que se te queman!). De lo que se trata es de que se les quite la dureza más grande.
Entonces, sacas los champiñones del horno. Sobre las tostas de pan, pones unas rajas de tomate partidas finas, encima el queso de cabra y por último los champiñones a los que les habrás añadido un par de cucharaditas de salsa pesto.
Echas un fino chorro de aceite por encima de la tosta y de nuevo todo al horno. Con unos 10 minutos a temperatura 200º suele ser suficiente para que se derrita el queso y se terminen de hacer los champiñones.