En una cazuela ponemos el agua y el azúcar. Removemos hasta que se disuelva y cuando empiece a hervir en añadimos el zumo de limón.
Esperamos que alcance los 100 grados y retiramos del fuego. Dejamos que baje la temperatura hasta los 50 grados y entonces añadimos la cucharita de bicarbonato. Removemos y dejamos reposar hasta que se enfríe.
Una vez frío metemos en un frasco hermético en la nevera. Puede conservarse hasta 1 año.
Se utiliza para que nuestros bollos, roscones, bizcochos...queden más esponjosos y duren más tiempo tiernos. También se usa en helados. Besicos