Esas pieles rebeldes que no hay forma de quitar en los frutos secos a veces son un problema, cuando los usamos para cocinar pueden alterar el sabor y el color final de la receta, pero a partir de hoy podrás deshacerte de ellas muy fácilmente.
Ponemos agua en una olla y llevamos a ebullición, cuando esté hirviendo a borbotones ponemos los frutos secos dentro de un colador y lo sumergimos en el agua durante un minuto/minuto y medio
Pasamos directamente el colador con los frutos secos de la olla hirviendo a un bol con agua y hielo, donde los dejamos enfriar durante un minuto para cortar el hervor
Extendemos un paño de cocina limpio y los colocamos en el centro, doblamos el paño a la mitad cubriéndolos y presionamos ligeramente con las manos a la vez que las movemos de arriba a abajo
La mayoría de las pieles ya se han desprendido, repasar a mano hasta quitarlas todas, saldrán sin ninguna dificultad