Se pelan las manzanas, se cortan en cuartos y se les quita el corazón. Se cortan en dos o tres trozos cada cuarto. Se ponen en una cazuela con un chorrito de agua a fuego medio, y se dejan hacer, sin removerlas mucho, para que no se rompan.
Dependiendo del tipo de manzana tardarán entre 20/30 minutos en estar tiernas, pero enteras. Se retiran y se dejan enfriar.
En un cazo se pone la leche con la cáscara de limón y la rama de canela y se deja a fuego suave para que infusionen los sabores. Se bate el azúcar con la yema de huevo y la maizena
Se sube el calor a la leche y se añade la mezcla de azúcar, y con la ayuda de unas varillas se remueve sin parar, hasta que la mezcla espese. Tiene que hervir a fuego suave diez minutos
Se pone la compota en el fondo de un recipiente grande ó se reparte en recipientes individuales y se cubre con la crema. Se echa caramelo líquido por encima al gusto