Mezclar todos los ingredientes y triturar hasta conseguir una textura homogénea. Introducir la mezcla en la heladora y turbinar.
Una vez el helado esté preparado, hacer unas bolas e introducirlas, una a una, en la liofilizadora para que el helado triplique su volumen hasta que el frío lo permita y lo deje bloqueado.
Presentar una bola de helado caliente de queso por persona, bien seco y con una textura muy crujiente que en boca sabrá a helado pero estará a temperatura ambiente.