Partir el repollo en cuatro, sacar el troncho y cortar en tiras, con un cuchillo afilado, del grosor de una moneda, de poderse.
Cuando note que el brazo no le responde, entonces tendrá bastante. Escudriñe bien en busca de trozos duros o gruesos y retírelos.
Enjuagar el repollo y colarlo escurriendo bien el agua.
Espolvorear la sal según el peso y mezclar bien con las manos, que deberá de llevar limpias como una patena; pero limpias limpias, aunque no es necesario que se las esterilice en agua hirviendo, con lavárselas a lo bestia es suficiente.
Cerciórese que todo el repollo se encuentra igual de salado.
Añada en este momento el vino blanco si va a elaborar esa variante, tenga en cuenta que ha de ser poco; con menos de 1/4 de vaso de vino por repollo irá bien.
Prepare su bote mientras deja reposar la col en un recipiente. En este momento puede hacer 2 cosas, la que da faena y la que no.
Para la forma primera usted necesitará un cuenco grande de plástico o cristal, donde deberá meter el alimento a presión, con un plato que encaje perfectamente, cubierto por una gasa limpia que deberá cambiar casi todos los días. No nos explayaremos con esta pues no es la nuestra.
Para la segunda, deberá hacerse con un tarro grande de cristal, un par de bolsas de plástico y papel film.
Esterilice el tarro en agua hirviendo o en el horno a más de 100º, con 120 - 150 sobra.
Al tratarse de un recipiente grande, es mejor fregarlo y meterlo al horno, pues no se gasta tanta agua y ser posible una temperatura mayor de 100º la esterilización tarda menos y es más efectiva.
Esterilice también las bolsas y la tapa a poder ser, pero esta vez en agua hirviendo. Nunca falta precaución.
Cuando el bote se haya enfriado, empiece a meter el repollo con sus respectivos jugos, incluya entre capa y capa los demás ingredientes y presione cada vez. Utilice un palo de mortero para apretar el repollo.
No se asuste si ve que no suelta mucho caldo, a base de apretar y colocar capas y capas el agua emerge.
Llene el tarro hasta que queden unos 4 dedos del tope. El repollo habrá sudado lo suficiente como para quedar cubierto por su propio jugo 3 o 4cm. Si utilizó vino esta medida será ligeramente superior.
- Ahora llene una de las bolsas con una salmuera hervida a ración de 1l de agua por una cucharada y media o dos de sal. Cierre concienzudamente la bolsa y enfúndela en una segunda más corriente
- Encaje el fardo salmueroso en el bote, de manera que cubra la superficie del líquido de los repollos y evite cualquier contacto de de éstos con el aire.
Muy clara la elaboración de la receta, pero, (ya se sabe, casi siempre hay un pero), aunque aparece el tiempo de preparación, no aparece el tiempo que debe estar el bote guardado en un lugar oscuro y seco, que me imagino que será dónde acabe el bote, podrías ¿aclarar ese punto?
Comentarios de los miembros:
Hola
Muy clara la elaboración de la receta, pero, (ya se sabe, casi siempre hay un pero), aunque aparece el tiempo de preparación, no aparece el tiempo que debe estar el bote guardado en un lugar oscuro y seco, que me imagino que será dónde acabe el bote, podrías ¿aclarar ese punto?
Un saludo y gracias anticipadas
He estado investigando sobre la elabaración del SAUERKRAUT y esta receta me ha parecido la mejor que he encontrado en la red.