En un cazo calentar 1 cup de agua, el azúcar, el cacao en polvo y la sal y llevar a ebullición removiendo constantemente.
Cuando comience a hervir, bajar el fuego y dejar hervir, removiendo, durante 30 segundos. Tened cuidado porque en cuanto comienza a hervir tiende a subir violentamente y desbordarse.
Tendréis que apartarlo rápido del fuego y volverlo a poner de nuevo cuando se baje. Retirar del fuego, añadir el resto de ingredientes y mezclar bien. Añadir el otro cup de agua restante y mezclar bien.
Para asegurarse que queda todo bien mezclado utilizar la batidora hasta que quede una mezcla suave. Dejar enfriar a temperatura ambiente antes de meterla en la nevera y esperar hasta que esté bien fría antes de seguir con el siguiente paso.
Verter la mezcla en un recipiente apto para el congelador y dejarla en el congelador una hora. Retirarla del congelador y batir la mezcla enérgicamente para romper todos los cristales de hielo que se hayan formado. Volver a meter la mezcla en el congelador.
Revisar la mezcla cada 30-45 minutos durante 2 ó 3 horas batiendo la mezcla cada vez. Este paso es importante para que la textura final del sorbete sea lo más cremosa posible. Cuando el sorbete esté listo, pasarlo a un recipiente con tapa y conservarlo en el congelador.