24 horas antes de hacer el plato hay que desalar el bacalao en agua, cambiando cada 8 horas. Así queda hidratado y en su punto para cocinarlo de cualquier manera.
Cortamos en bruiné la cebolla y el ajo. La patata en rodajas, lo más finas posible.
Ponemos a pochar la cebolla y el ajo y, cuando empiezan a ponerse transparentes les añadimos el bacalao "esmiajao". Dejamos que se sofría hasta que quede, el pescado, blandico.
Freimos las patatas sin dejar que se doren. Una vez que, las patatas, están en su punto las incorporamos al sofrito anterior y le damos una vueltas, para que se mezclen los sabores.
En el momento de servir, el plato, o antes si queremos acabar pronto, le añadimos los huevos y vamos removiendo para que quede como unos huevos revueltos.