Poner todos los ingredientes en un mortero y majar hasta tener una pasta más o menos homogénea. Se puede hacer también con la picadora, pero para mi gusto no queda igual.
Para el relleno:seis rebozuelos hermosos (o 12 pequeños)12 cucharadas de queso de untar 6 cucharadas de pesto casero
Precalentar el horno a 250ºC, con la piedra de hornear dentro.Limpiar los rebozuelos con un cepillo, sin agua. Trocearlos, pasarlos por la sartén con un poco de aceite hasta que hayan perdido su agua, y reservar. Dividir la masa en seis trozos.
Poner cada trozo en un molde de tartaleta, previamente untados con aceite. Extender por encima un par de cucharadas de queso de untar. Poner encima los rebozuelos, salar, y terminar con una cucharada de pesto.Con ayuda de la pala, poner las tartaletas encima de la piedra refractaria.
Hornear 10 minutos. Si no tienes piedra, hornear hasta que se vean los bordes dorados.Esperar a que se enfríen un poco antes de desmoldar, para evitar que se rompan.
Aunque el queso sea light, la poca grasa que tiene atrapa perfectamente el aroma de las setas. Ya me lo había dicho I., que la pizza de rebozuelos salía muy buena. Ella la hace con nata, así que esta en una versión light y fiestera de su pizza de setas. Gracias por la idea, si es que podías empezar un blog tú también, maja.