El pesto verde, el de albahaca y piñones, el que viene de Génova, Italia, es una delicia que bien merece tener siempre a mano. Ya sabemos que funciona a la perfección con los platos de pasta pero su versatilidad va mucho más allá. Gracias a su intenso sabor y alegre color puede convertirse en un aliado perfecto a la hora de montar un aperitivo.
Ya sea en su versión comercial o casera (ya que la receta es sencillísima) nos puede venir estupendamente para hacer, en cuestión de minutos, unos montaditos, unas tostas o unos entremeses. Lo bueno es que su sabor combina muy bien con otros muchos ingredientes. Va de maravilla con un queso burrata o mozzarella, con tomate (ya sean naturales o secos), con jamón serrano, pollo, jamón cocido... Es cuestión de creatividad; ya que, las combinaciones son ilimitadas.
A continuación, te mostramos cómo hacer la receta tradicional del pesto genovés y te mostramos algunas ideas para que puedas usarlo en tu próximo picoteo.
El pesto casero, al no llevar conservantes artificiales, nos puede durar en perfecto estado en la nevera unos 5 días aproximadamente. Si quieres que te dure más, una idea es un congelarlo en porciones (usando una cubitera por ejemplo). Congelado te puede durar hasta un año. Aprovechamos para mandarte un saludo desde las cocinas de Petitchef.