En una cazuela ponemos agua a hervir, cuando hierva, echamos una pizca de sal y añadimos la coliflor. Dejamos aproximadamente 7 minutos. Después escurrimos y reservamos.
Ponemos un poco de aceite de oliva en una sartén, añadimos la cebolla picada y los dientes de ajo. Cuando empiecen a dorarse, añadimos el tomate natural triturado y dejamos un par de minutos que cueza a fuego lento.
Damos vueltas con ayuda de una cuchara de madera, sazonamos con sal y orégano. Pasamos por la batidora y reservamos. Por otra parte, doraremos el bacon en un poco de aceite de oliva. Reservamos también.
Cogemos una fuente apta para el horno, ponemos la base de tomate que teníamos reservada. Sobre el tomate vamos colocando la coliflor y, por encima iremos poniendo el bacon.
Cubrimos con la bechamel. Cubrimos con queso rallado. Introducimos en el horno precalentado a 180º y dejamos hasta que quede doradito y crujiente.
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