Lavamos el tomate. Lo cortamos en rodajas. Espolvoreamos con orégano. Vertemos aceite de oliva. Las escurrimos del líquido de conservación y las ponemos en el plato.
Separamos la clara de la yema. Cogemos 80 gr del feta y lo desmenuzamos, mezclándola con la yema y el perejil. Dividimos la pasta en ocho partes iguales.
En la parte central de la pasta ponemos el queso. Untamos la clara en los bordes de la pasta para cerrar el paquetito como si fuera un cigarrillo. Freímos en aceite de girasol caliente y escurrimos.
Cocemos en agua salada diez minutos desde que empiece a hervir el agua. Cogemos el resto del queso feta y lo cortamos en cuadritos. Espolvoreamos orégano y regamos con aceite de oliva.
Comentarios de los miembros:
Creo k es más sano y no engorda pero yo le quitaría lo frito aún así delicioso a partir de mañana será mi desayuno
Todo muy rico