Primero marcamos bien el solomillo. Pon una sartén al fuego y dale caña, añade un poco de aceite. Salpimenta bien el solomillo por todas sus partes. Ponlo en la sartén a fuego máximo y dóralo por todos sus lados. Reserva en una fuente para horno.
No retires la sartén del fuego y apaga éste. Añade el vino tinto y desglasa todos los jugos que haya soltado la carne, añade esto al recipiente donde está el solomillo. Precalienta el horno a 180 grados.
Mientras ve haciendo el risotto. Pon la pastilla de caldo en agua y deja hervir. En otra cacerola añade un poco de mantequilla y pocha la chalota picada. Añade ahora la manzana cortada en láminas. Pon un poco de sal e incorpora el arroz. Ahora ve añadiendo el caldo de cucharón en cucharón hasta que pasen 20 minutos. Añade un cucharón y remueve hasta que se consuma el caldo, entonces vuelve a añadir otro.
Mientras se hace el risotto, mete el solomillo al horno unos 12 minutos. Termina el risotto con un poco de queso parmesano y reserva unos minutos antes de servir. Saca el solomillo del horno y recoge los jugos en una cacerolita, añádele un poco de caldo de pollo de hacer el risotto, si te ha sobrado, y espesa con maizena.
Sirve el risotto de manzana en un plato, pon encima el solomillo cortado en medallones y baña con un poco de salsa. Lo suyo es terminar con un poco de verde: cebollino, perejil, albahaca...