Se preparan las fabes al modo tradicional, es decir, se ponen a remojo la noche de antes bien cubiertas de agua, durantes unas 8 ó 10 horas. Después se cuecen con el agua al ras, durante dos horas aproximadamente, ya que la cocción depende de la fabe.
El truco de esta receta está en cocer las fabes en el mismo agua que se ha cocido el bogavante, motivo por el que no es necesario añadirles ningún condimento, ya que cogen todo el sabor de éste.
El bogavante también se cuece al modo tradicional, en agua con laurel y sal. Una vez que el agua está hirviendo echamos el bogavante y, cuando el agua vuelva a hervir, se cuece durante 8 minutos, aproximadamente.
Una vez que tenemos los dos ingredientes claves de la receta cocidos, emplatamos, preparando en el fondo del plato una cuna de lechuga mezclum, encima las fabes y sobre éstas el bogavante en rodajas. Se puede decorar con las patas y la cola del mismo.
Finalmente, se aliña con la vinagreta preparada al gusto con el aceto y el aceite virgen extra. Para hacer más cómodo el plato se pueden utilizar fabes ya cocidas que se venden en tarros y sustituir el bogavante por langostinos, más económicos.