Ponemos en agua los garbanzos de un día para otro. En otro caldero ponemos el bacalao a desalar 24 h. antes.
Al día siguiente escurrimos el agua a los garbanzos y le añadimos agua limpia hasta cubrirlos ligeramente. Le introducimos el bacalao desalado y lo llevamos al fuego hasta que hierva. Retiramos el bacalao, reservandolo en una bandeja y dejamos las legumbres que se sigan cocinando.
Cubrimos una sartén con el aceite de oliva. Cortamos la cebolla en juliana y la añadimos a la sartén. El puerro lo cortamos en brumoise al igual que el pimiento y lo añadimos al sofrito. Machacamos los ajos con un poco de sal y lo añadimos a la verdura. Dejamos que se poche bien todo.
Cuando la cebolla esté transparente se le añade el tomate previamente pelado, limpio de semillas y triturado. Rectificamos de sal, si fuera necesario y le añadimos la pimienta. Vertemos el vino y dejamos hervir.
Deshilachamos el bacalao y lo pasamos un poco por la sartén. Lo añadimos al sofrito anterior para luego incorporarlo a los garbanzos. Dejamos cocinar hasta que los garbanzos estén blando. (habrá que ir mirando el agua y si hiciera falta añadirle poco a poco).
Comentarios de los miembros:
Pinta muy bien, y para Semana Santa estará Divino !!!