Coloca la carne partida a tamaño mordida en un recipiente y salpimenta. Remueve un poquito para que se mezcle bien. Añade un poquito más de sal y otro poquito de pimienta para que te quede toda la carne bien sabrosa. Espolvorea con harina sin gluten toda la carne hasta que te queden bien enharinados todos los trocitos. Mezcla todo bien con las manos.
Una vez que la tienes toda bien enharinada pon un poquito de aceite en la cazuela y márcala. Cuando ya esté marcada, resérvala.
En el mismo aceite rehoga las dos zanahorias cortadas chiquititas, el pimiento también cortado y, después de un par de minutos, añade la cebolla. Mezcla todo muy bien y añade una hoja de laurel y los dos ajos rallados.
Mézclalo también y ahora es el turno del pimentón dulce. Nada más echarlo añade el tomate triturado para que no se queme y mezcla nuevamente. En otra cazuela pon agua a hervir.
Ahora pon una cucharadita de paprika. Si no tienes, como es mi caso, pon ají molido que también le va muy bien. Un poquito de sal y una cucharadita de comino. El comino le da un sabor que me encanta.
Y ya puedes incorporar la carne. Remueve bien para que se mezcle con el sabor de las verduritas y de las especies y ahora vierte una copa de buen vino tinto, cuanto mejor sea, más rico quedará. Deja evaporar el alcohol del vino durante 2 minutos
Y ahora añade un poquito del agua que habías puesto a hervir, que cubra ligeramente. Remueve un poquito y déjalo tapado 30 minutos haciendo chup chup a fuego suave, para que no se pegue.
Y sólo nos queda emplatar y ¡a disfrutar! Espero que os haya gustado esta receta. Es muy fácil de hacer y queda muy sabrosa.