En una sartén antiadherente grande calentamos el aceite y añadimos el laurel, los clavos, el cardamomo y la pimienta que tendremos preparados. Salteamos durante 30 segundos (¡qué aromas!) y añadimos el jengibre, el ajo y el pollo.
Dejamos hacer durante unos cuatro minutos o hasta que le saquemos un poco de color al pollo. Ahora agregamos el agua y la cúrcuma. Salamos. Llevamos a ebullición a fuego medio y luego dejamos cocer a fuego bajo durante 10 minutos o hasta que creas que el pollo ya está tierno.
Apagamos el fuego y añadimos el yogur mezclándolo un poco para que se integre parcialmente y servimos.