Pelar la mandioca, lavar bien para quitar toda la tierra y trozar. Cocinar en agua hirviendo con sal de 30 a 40 minutos hasta que esté tierna, nos damos cuenta porque al pinchar con un tenedor se desarma.
Escurrir el agua de la olla y luego pisar la mandioca con un pisapapas hasta formar un puré sin grumos. Con la olla puesta al fuego mínimo añadir la manteca y la leche y revolver suavemente con una cuchara para integrar los ingredientes.
Agregar el queso rallado y cremoso trozado en dados y seguir revolviendo con la cuchara hasta que el queso se funda y se forme un puré cremoso y homogéneo.