Añadimos unos 70 gramos de mantequilla a la sartén y dejamos que se vaya derritiendo a fuego bajo. Mientras se derrite la mantequilla, vamos a trocear media cebolla o cebolleta en trocitos pequeños. En este cazo he puesto caldo de ave a calentar, estoy utilizando un caldo envasado, pero si tenéis uno casero, pues mucho mejor. Añadimos la cebolleta troceada y dejamos que se vaya pochando a fuego medio-bajo, no queremos que coja color sino que se ablande un poco.
Cuando la cebolleta está pochada añadimos el arroz, rehogamos el arroz un par de minutos.
Después incorporamos un vaso de vino blanco y dejamos que se evapore el alcohol.
A continuación vamos a añadir uno o dos cazos de caldo, recordad que el caldo debe estar caliente. Y no dejamos de remover. Cuando casi no quede caldo, pero sin dejar que se termine añadimos otro cazo y seguimos removiendo. Repetiremos la misma operación durante unos 18 minutos. Así el arroz irá soltando todo el almidón y nos quedará un risotto súper cremoso.
Cuando llevamos unos 10 minutos de cocción añadimos el azafrán y mezclamos bien.
Pasados unos 18 minutos, apagamos el fuego, le ponemos unos 30 gramos de mantequilla, le ponemos también el queso parmesano rallado y lo mezclamos bien hasta que se integren.