Partimos los chipis en trocitos, pero no muy pequeños porque al hacerlos encojen. Reservamos algunas puntillas para decorar.
Ponemos en un sartén el aceite y los chipirones troceados. Cuando estén hechos, añadimos la harina y la refreímos un poco. Vamos añadiendo poco a poco la leche y por último la tinta y la sal. La bechamel no tiene que quedar muy líquida, porque sino nos humedece las hojas de brick y no quedarían crujientes.
Cuando tengamos preparado el relleno, abrimos el paquete de brick, nunca antes porque se secan y se endurecen y luego es difícil trabajar con ellas.
Ponemos solo una hoja, porque poner dos por miedo a que se rompiera, pero no es necesario y luego queda demasiado sabor a brick. Bueno a lo que iba ponemos una hoja y luego el relleno que hemos preparado con los chipis y por último lo atamos con el cebollino o si no lo tenemos como es mi caso lo podemos atar con un hilo, que después de hecho quitaremos, tal y como aparece en la foto.
Batimos un huevo, y con un pincel pintamos los saquitos y los metemos en el horno durante 5 minutos a 180ºC.
Refreimos las puntillas reservadas. Ponemos un saquito en el plato decorado con las puntillitas.
Comentarios de los miembros:
Lo e cocinado y esta buenisimo