A veces nos complicamos mucho en la cocina para preparar determinados platos pero hoy no es el caso. Hoy traemos un plato de lujo con muy pocos ingredientes pero con un resultado increíble.
Para quién no lo sepa el Pedro Ximénez es un vino dulce que se realiza a partir de pasas de uva del mismo nombre propio de las regiones vinícolas andaluzas.
Comenzamos limpiando nuestro solomillo, retirando en la medida de lo posible la grasa que tenga y lo cortamos en medallones.
Salpimentamos y en una sartén con muy poco aceite y fuego fuerte vamos sellando los medallones. No queremos que se nos haga, sólo sellarlo bien por ambos lados.
Reservamos.
Pelamos y cortamos en trozos no muy grandes la cebolla y en la misma sartén donde sellamos el solomillo la vamos pochando.
Cuando la veamos blandita añadimos la cucharada de harina. Removemos bien y esperamos a que la harina tome color para que no se quede cruda.
Es el momento de añadir el caldo y el vino. En caso de no tener caldo puedes calentar un vaso de agua y añadirle media pastilla de caldo concentrado.
Removemos bien y añadimos los solomillos y dejamos reducir hasta que tengamos la salsa a nuestro gusto. Necesitará aproximadamente 20 minutos y listo para emplatar.
Podemos acompañar nuestro plato con una patatas fritas o como en este caso con unas patatas estilo "deluxe" que están buenísimas y que podéis ver en el enlace cómo prepararlas.
Yo no suelo echarles pero le van muy bien un puñado de pasas moscatel que añadiríamos a la salsa.
El resultado es un plato con un toque agridulce con una presencia buenísima y un sabor increíble que mucha gente reserva para fiestas navideñas pero que como veis se puede preparar todo el año.